Apreciaciones de un tipo que descubrió el Surf Rock recién.

Tampoco es que no sabía que existía, claro que sabía. O más o menos. Es sabido que toda persona de bien conoce la canción Misirlou, aunque no sepa que la conoce. Si estuviéramos, usted oh lector y yo, cara a cara le tararearía el fraseo inicial y su respuesta sería ah, sí, claro que sí, quién no la conoce. Ante esa imposiblidad se hace necesario otro recurso para la rememoración inmediata, el cual consiste en deslizar el dato de que se trata de la canción de apertura de Pulp Fiction.

Ah, ahora sí, ¿no?. Si todavía no le activa ningún timbre interno, entonces tiene dos opciones: o me abre una pestaña acá al costado y lo busca en youtube o se me va de este post de inmediato.


Bueno, esa locura que suena en ese momento de la película, esa guitarra imposible, frenética y esos ocasionales gritos cavernarios y las trompetas que entran en un momento, todo eso sostenido por un ritmo infernal; toda esa bola es responsabilidad de un tal Dick Dale.

En inglés "Dick" se suele usar para decir "pija". Me pregunto cómo
funciona eso por allá, si pueden pasar de esas asociaciones soeces
o inventan juegos de palabra en el colegio de puro jodidos.


Bien, en mi caso particular, el término "surf rock" me remitía exclusivamente a los Beach Boys y sus canciones armónicamente bellas y pegadizas y bastante pavotas en lo lírico, al menos hasta antes de que Brian Wilson se volara la chaveta y empezara a llevar la cosa más allá. O sea, para mí era un subgénero ultralimitado en tiempo, espacio y forma, así que ni bola. Eso hasta que no sé cómo, porque la verdad no me acuerdo, me enteré que esa canción, la de Pulp Fiction que tanto me gustaba y que yo asumía simplemente como una anomalía rockera que jamás había investigado en lo más mínimo, en realidad era uno de los primeros y más icónicos ejemplares de algo que también se llamaba "surf rock", pero que era instrumental. Y no sonaba para nada a Beach Boys. Ni a playa. Ni a sol o alegría o salvavidas.

A lo mejor es culpa del mismísimo Tarantino, andá a saber, pero en esta canción yo huelo violencia, y cine clase B, autos con olor a nafta, cigarrillos, alcohol y policial negro. Acaso lo más loco de todo esto es que Misirlou en realidad es el cover de una canción de varios cientos de años de antigüedad, griega o turca o árabe que habla de una chica egipcia o algo así. Le debo esta sabiduría a mi amigo Legui, quien además me pasó el link de la grabación más vieja que existe, y es esta:



No creo que haya nadie en el planeta a quien tenga que "presentarle" la versión que sigue, pero por si estuviste hasta hoy a la mañana encerrado en un bunker antinuclear, así es cómo Dick Dale reinterpretó esa canción de amor a una chica egipcia y así es cómo empiezan los títulos de Pulp Fiction:



Hay algo en el sonido de esas guitarras que me resulta irresistible. Igual que el ritmo. Pa-Pa  Pa. Pa-Pa  Pa. Ya sabes a lo que me refiero. Encontrarme con que había todo un género de esto fue una revelación, sobre todo a esta altura del partido de uno, que ya está más para recitales en teatros que en Pura Vida. Casi no hay forma de rock que pueda tolerar en formato puramente instrumental, excepto esta, y eso no es poco.

Este género o sub-género tuvo cualquier cantidad de exponentes allá por los 60s, casi por norma grupos con el artículo "The" adelante, claro que el padre de todo esto, el Elvis, es Dick Dale y listo. Si querés conocer lo mejor y más ortodoxo del surf rock en el momento de su génesis, buscalo a Dick Dale. Hay muchísimos grupos más para elegir, pero  el sonido y las estructuras musicales son calcadas en casi todos los casos, al punto que se complica diferenciar entre sí a la mayoría. Ahora bien, en los márgenes hay cosas que el ocasional Detective de las Rarezas encontrará placentero descubrir. Te dejo dos ejemplos interesantes de esto:




Estos son Takeshi Terauchi & The Bunnys y sí, son japoneses y hacen surf rock. O tal vez correspondería el término "tsunami rock" BA DA DÚM TSSS. En fin. Son japoneses y hacen surf rock, ¿qué más necesitás saber?

El segundo ejemplo es tramposo, porque en realidad no es instrumental, pero tampoco entra en el estilo Beach Boys, porque hay un tipo que canta. O algo así, Y baila. O algo así. Es una bizarrada que me cae por demás simpática.


OH MY GOOOOD... IS A SURFIN BIRD OF ... 
SURFING BIRD OF THE TRASHMEN!!! 


La cosa es que resulta que esto no sólo había sido un género con sus respectivos quince minutos hace cinco décadas y chau, sino que seguía existiendo lo más bien, y además se hacía en todas partes del mundo. Estamos hablando de un estilo que nació en la costa pacífica estadounidense y tiene la palabra "surf" en su nombre, o sea que más yanqui no se puede. Como los conjuntos de tango japoneses, pero mejor en realidad, porque estos grupos contemporáneos de surf rock off USA hacen cosas propias y, digámoslo de una vez, son mejores aún que los mismos yanquis.

¿Qué elegir? En mis pocos meses metido en el submundo del surf rock comprobé que la cantidad de músicos contemporáneos dedicados a esto es por demás vasta. Porque encima tenés los sub-subgéneros que hacen que la cosa se complique más. Psychobilly, Horror Surf, Heavy Surf, y siguen las firmas. Cada una de estas vertientes tiene sus estilos y timbres bien definidos, pero a mí siempre me gustó lo que va por los bordes de cada género, por lo que los cuatro discos que voy a recomendar a continuación siguen esa línea. Si lo tuyo es la cosa más tradicional y previsible, te conviene quedarte con lo de los 60s.


DE RUSIA CON HORROR
Primer flechazo que tuve en mis rondas de cartoneo en youtube: Messer Chups. Son rusos y vienen jodiendo desde finales de los '90, siempre con la mirada puesta en el imaginario de películas de horror de clase B. En un comienzo eran bastante experimentales, mucho sampler de series y películas viejas, mucho electrónico, y bastante orientado a una sonoridad más amplia que el surf rock en sí, mechando instrumentos muy poco rockeros como el acordeón o el theremin, pero con el tiempo se fueron haciendo más ortodoxos y más surf rock clásico. De hecho pasaron de ser una banda de laboratorio a ser una banda propiamente dicha que tocan y todo, y eso está muy bien también, por eso te dejo acá a continuación un disco de cada época.






BREAKING BAMBI
The Bambi Molesters (gran nombre si los hay) son de Croacia y capaz los hayas escuchado ya sin saberlo porque lograron meter un tema en un capítulo de Breaking Bad. Este es un álbum redondito, homogéneo en sonido y calidad, pero con suficientes matices como para no embolarse. Incluso se dan el lujo de tener un tema cantado (Ice and Pinewood Trees, voz cavernosa de un tal Chris Eckmann, de quien necesito saber imperiosamente más) que es la gloria. Y sí, la canción de Breaking Bad está al final. Hay otros discos de The Bambi Molesters pero me sonaron medio blandengues en comparación con este.




UNA DE ESPÍAS SUECOS
El último recomendado por hoy viene, sí, de Suecia. Se llaman Langhorns y se mandaron este disco increíble que triunfa en la difícil tarea de ser al mismo tiempo cortante y fino, sutil y polentoso, fiel al sonido surf e innovador. Se respira policial negro y espías en estas canciones que juegan con mucha maestría en los límites del género sin entrar en excesos de autoindulgencia o en la repetición. Incluso incorporan con impecable pericia elementos latinos y orientales. En resumen, uno de los mejores exponentes y de los que menos se suele hablar. Hay dos discos más, pero no están en youtube, al menos no enteros. Yo los conseguí a través de torrent. Creo que éramos tres personas en el mundo jodiendo con esos archivos. Esos discos son Club Gabardino y Langhorns. Buena suerte buscándolos.




PARA TERMINAR DE UNA VEZ POR TODAS
Si sos como yo, un piscuí fácilmente impresionable que cuando encuentra algo en la misma frecuencia de resonancia de alguna fibra interna agarra y tiene que escuchar mucho de eso todo el tiempo... o no, si tal vez te interesa entrar en el género pero de un modo más general, sin meterte tanto en una banda determinada, entonces esto último que te dejo es para vos: cinco compilados de surf rock de todas las épocas, de todo el mundo, armados por un usuario de youtube que estimo será ruso. Creeme que vale la pena zambullirse en esas cantidad descomunal de música tan bien seleccionada y compilada en cualquiera sea tu caso. La variedad abarcada por esas antologías es tal que permite escucharlas una tras otra hasta finalmente darte cuenta de que pasaron cinco horas y tus familiares y compañeros de trabajo empiezan a mirarte raro, evaluando por dentro si será conveniente dejarte al mando de la musicalización de fondo del lugar en el que estás. Que lo intenten.

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